domingo, 8 de febrero de 2009

Intimidad catalogada

Hace muy poco me di cuenta de por qué nunca logré llevar un diario íntimo más que unas pocas semanas, y solo cuando era muy chica. Y es que no lograba ninguna espontaneidad en la escritura, ninguna intimidad. Mi afán biográfico, catalográfico, es pos de la historia, no sé, tal vez tengo que decir de la Historia, siempre era mayor. Me acuerdo una entrada, por ejemplo, en uno de los intentos, allá por cuando tenía unos diez u once años, quería contar que me gustaba un chico del colegio y había escuchado en una clase de gimnasia que me había alentado gritando mi nombre. Y eso me había alegrado el día. Parece una buena descripción, podría haber puesto incluso: "Hoy D. gritó mi nombre en clase de gimnasia y eso fue muy bueno", como mucho. Sin embargo, escribí en el diario una página entera o más explicando exactamente cómo era el juego al que estábamos jugando, con un diagrama y todo. A esa altura que D. hubiera gritado mi nombre perdía toda emoción. Y así, me aburría prontísimo de los diarios, claro. Ni qué decir que siempre me sentía en falta porque no escribía y después hacía resúmenes larguísimos, hasta que otra vez me rendía y lo abandonaba. (Y suerte que no había blogs entonces!)
En este momento estoy intentando escribir algo, un par de proyectos que me interesan. Sin obligación de entregas de la facultad ni nada. Y me siento en un punto muy parecido a ese momento, trabada en una torpeza narrativa que no logro resolver. Aunque ahora, al menos, pude darme cuenta de cuál era el tema entonces, y tal vez pueda darme cuenta de cuál es el escollo ahora. Definitivamente esta es mi resolución de año nuevo: quiero aprender a escribir.

2 comentarios:

Fabián dijo...

hacelo en forma de lista!

Unknown dijo...

Nat , estas desaparecida, no tengo como contactarte!! pasame alguna dire de mail así no nos perdemos nuevamente.
Besos Diego Olivieri